Otra forma complementaria, no excluyente para fijar los tipos de interés, consiste en recurrir al mercado interbancario. En este mercado, las entidades financieras (bancos y cajas de ahorro) realizan operaciones de crédito y préstamo, cediéndose depósito a muy corto plazo (un día, una semana, un mes...). En función'de la oferta y la demanda, se establece el precio que regirá durante el vencimiento de las cantidades «subastadas». Estas operaciones se realizan a través de las autoridades monetarias con el fin de evitar operaciones especulativas que podrían alterar el sistema financiero. Se trata de una «inyección de liquidez» puntual a las entidades demandantes.
l Euribor es el tipo de interés de referencia de la zona euro. En primer lugar, hay que diferenciarlo de otros tipos oficiales de interés, que son aquellos que fijan los bancos centrales de cada país, el BCE en el caso de la zona euro, y que sirven como referencia. Es el tipo mínimo que se utiliza para las subastas de dinero por medio de las cuales el BCE le presta a los bancos y que, como se verá más adelante, es el índice de referencia para establecer el interés variable a aplicar a las hipotecas.
Cuando la entidad financiera a la cual usted acude para solicitar una hipoteca le ofrece un tipo de interés basado en el Euribor, se está refiriendo al tipo variable que he comentado como referente más común. Cada entidad financiera añade un plus a dicho porcentaje que constituye su beneficio. Por ejemplo:
Euribor + 0,75 (por ejemplo) = tipo de interés revisable a aplicar.
¿Por qué revisable? Porque en la medida de lo que se establezca en las condiciones, el tipo Euribor se revisará conforme éste varíe en los mercados.
El coste de la emisión de deuda
Los Estados funcionan como una empresa. Sus ingresos corresponden a la recaudación de impuestos, de los cuales se reducen los gastos y las inversiones.
Las propuestas electorales consisten en unas promesas que se realizarán durante el tiempo que dure el partido ganador de las elecciones. Durante la campaña, los políticos proponen llevar a cabo unas medidas, corregir otras o anular unas terceras. Todas esas propuestas suponen siempre un coste económico. Por otro lado, lo habitual es prometer una reducción de los impuestos, es decir, de los ingresos. Pero ¿cómo van a cuadrar los números?
En los momentos de bonanza económica, si se cumplen los ingresos y los gastos, el partido en el Gobierno ha cumplido sus promesas y el país funciona.
a) INGRESOS = GASTOS = Equilibrado
Esta fórmula es ideal, ya que los ingresos son suficientes para atender los gastos, lo cual produce una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos.
INGRESOS > GASTOS = Superávit
Esta situación se da en los momentos en que la economía está en un punto dulce y el superávit se emplea en ahorrar para las pensiones del futuro o para los momentos en que la economía no resulte tan próspera.
c) INGRESOS < GASTOS = Déficit
En este caso, el Estado gasta más de lo que ingresa, o ingresa menos de lo que gasta, y no es un juego de palabras. Es entonces cuando, para hacer frente a los gastos, debe endeudarse como cualquier empresa o particular. Para ello emite una deuda, es decir, «vende» unos títulos denominados bonos u obligaciones (que más adelante se definirán), que retribuye a un interés fijo y devuelve. Cuanto más endeudado está el país, más riesgo presenta frente a los otros países de su entorno y, además, ha de hacer frente a unos intereses que incrementan el gasto, lo que provoca una espiral financiera que, si se analiza, le resulta perjudicial al país y a sus ciudadanos.