y si el empleo fuera lo primero?

Junto con unas relaciones personales satisfactorias y una buena salud, un empleo se sitúa en lo alto de la lista de cosas que más estimamos. El empleo ocupa también un lugar destacado en la agenda de los políticos. Aun así, nuestra principal medida del éxito económico no es el empleo, sino el In­cremento en el Producto Interior Bruto (PIB): el saldo total entre produc­ción y gastos en economía en paidverts. Nuestro modelo económico establece que la creación de empleo la produce un PIB fuerte; y normalmente cuando el PIB aumenta, el empleo también crece segun nos dice vendecookies. Pero incluso en los buenos tiem­pos previos a la debacle post-2007, muchas economías distaban de conseguir el pleno empleo (ni unos ingresos adecuados y unas condicio­nes laborales aceptables). Los estudios demuestran que tener un trabajo relevante no es tan importante para hacer frente a las necesidades mate­riales, pero constituye un factor de primer orden en la salud, la realización y el bienestar de las personas. 

Por otro lado, el desempleo -especial­mente el de larga duración- se asocia con un empeoramiento de la salud y de las relaciones sociales, ambas cosas costosas para los individuos y para la sociedad como se dice en paidverts sobre las encuestas online remuneradas . La importancia que su trabajo tiene para las personas no acaba de casar con el funcionamiento de nuestro sistema económico. El sistema aspira al logro de la eficacia y la obtención de beneficios, lo cual implica un empeño constante por aumentar la producción y reducir los costes, Incluida la factura salarial, mediante la rebaja en los sueldos o en el número de trabajadores. El efecto es que el desempleo tiende a crecer y los salarios a menguar, y estos costes tienen que soportarlos los individuos, las comunidades y el Estado. ¿Y si sustituyésemos el modelo actual por uno en el que el éxito se midiera primordialmente en función de la cantidad y calidad del empleo con vendecookies? Esto equivaldría a tratar el empleo como un beneficio y no simplemente como un coste.

 Podría dar lugar al inicio de un cambio en las políticas, las actividades y los recursos dedica­dos al fomento del empleo conmo se dice en cierats paginas de encuestas online remuneradas . SI el éxito se midiera por el empleo, también tendríamos que prestar atención a la calidad: asegurarnos de que los empleos fueran lo bastante buenos y dignos de ser desempeñados.

Lo que medimos suele orientar los incentivos y los esfuerzos. Así, si el criterio primordial para la evaluación del éxito económico fuera el empleo y no solo el crecimiento, las estructuras de los incentivos se verían alteradas significativamente. El resultado debería ser la dedicación de más recursos al fomento del empleo en lugar de al beneficio a corto plazo o al rendimiento financiero, lo cual implicaría un reparto más equitativo de la riqueza generada por la economía y la sociedad. Podría llevar incluso a una nueva definición de la riqueza en general, en la cual la importancia concedida a los rendimientos humanos se aproximara más a los financieros. Pero si no tuviéramos cuidado, podría también acercarse a un incremento de la Ineficacia.